Retomamos las presentaciones de nuestros tratamientos. Hoy es el turno de los vendajes.
Hay muchos tipos de vendaje, pero hoy nos centraremos en el vendaje funcional y el kinesiotape.
El vendaje funcional consiste en inmovilizar parcialmente una articulación para protegerla. Es el último paso antes de una férula o yeso cerrado. La principal ventaja de este tipo de vendaje es que protegemos el gesto que no queremos que haga esa articulación a la vez que mantenemos más o menos libre otros movimientos. Eso nos permite utilizar este vendaje como tratamiento, pero también como prevención (muy habitual ver a jugadores de baloncesto que se vendan los tobillos).
Donde es más conocido su uso es en el tobillo. En esta articulación vendamos con el objetivo de limitar el gesto que provoca el esguince de los ligamentos externos mientras mantenemos la flexión del tobillo que nos permite caminar o correr. Cuando queremos proteger sin lesión previa, el vendaje suele ser más ligero para no limitar tanto la movilidad, pero si lo usamos como tratamiento podemos llegar a conseguir una inmovilización casi total.
El Kinesiotape, por el contrario, es un vendaje que no quita movilidad. Nos aporta menos estabilidad que el anterior, pero tiene la ventaja de no despegarse tan fácilmente pudiendo ducharte con el sin temor a mojarlo. También es un vendaje que aporta sensaciones. Por ejemplo, según como se aplique nos da sensación de ligereza o descarga. Igualmente nos sirve como recordatorio, no limitará la movilidad, pero si va a recordarte que no sobrepases el rango de un movimiento porque vas a notar la tensión. Es útil cuando queremos dar al cuerpo información propioceptiva.
Además de estos vendajes existen otros como Dynamic Tape, Vendajes de McConnell o los de Mulligan. Los 2 últimos buscan poner la articulación en una mejor postura para realizar el ejercicio terapéutico aunque tienen el mismo fin, parten de conceptos distintos ya que en McConnell el vendaje es parte principal del tratamiento mientras que en Mulligan se enseña para hacer en casa y el vendaje se quita una vez acabado el ejercicio.
Así que lo vendajes pueden ayudar en nuestros tratamientos, pero para no acabar como en la foto que encabeza el texto… ¡consúltanos!